La catedral de Ajaccio fue construida entre 1577 y 1593 y se atribuye al arquitecto italiano Giacomo della Porta. Fue construida para reemplazar la antigua catedral de Saint-Croix, destruida en 1553 con el fin de dar cabida a los desarrollos en las defensas de la ciudad.
Es donde Napoleón Bonaparte fue bautizado el 21 de julio de 1771. Y en 1821 recitó en su lecho de muerte: «Si prohíben mi cadáver, como han prohibido mi cuerpo, me niegan un pequeño pedazo de tierra en el cual ser enterrado, deseo ser enterrado con mis antepasados en la catedral de Ajaccio en Córcega.»
La catedral ha sido un monumento histórico desde el 30 de octubre de 1906.